Monday, December 31, 2007

 

Los varones del narcotráfico

Barón es el nombre de un título nobiliario de muy antiguo origen. Algunos filólogos piensan que proviene de la forma franca baro (que quería decir "hombre libre"); otros la conectan con el antiguo inglés beorn ("nacido", o quizá mejor, "bien nacido", "de noble cuna"). Con el tiempo, y tras el declive de la nobleza y sus títulos, la palabra pasa a designar además a una persona de gran influencia o poder dentro de una determinada actividad (un empleo que la Academia recién incorpora en el diccionario del 2001). Evidentemente, no tiene relación con varón, palabra de origen latino, que designa a los seres humanos masculinos. Sin embargo, el DRAE sí registra el siguiente uso de varón:
varón
3. m. Hombre de respeto, autoridad u otras prendas.
Este significado está implicado, por ejemplo, en la expresión justo varón, donde justo es un mero epíteto. Por supuesto, no es esta la noción que el redactor de este cable de la Agencia Andina tenía en mente (o al menos eso esperamos) cuando reporta lo siguiente:
En ese sentido precisó que las incautaciones de bienes a los varones del narcotráfico ha sido significativa. “Entonces la política antinarcóticos es de gobierno y no se debe bajar la guardia sino más bien incrementarla”, indicó.
Agencia Andina, 31 de diciembre del 2007 (publicado a las 13:17).
Aquí el redactor quiso referirse, como es bastante usual, a los barones del narcotráfico, es decir, a los cabecillas, los grandes jefes narcotraficantes. Confundido con la grafía de varón, escribe sin embargo, los varones del narcotráfico, con lo cual ahora se refiere a ellos, inadvertidamente, como hombres de respeto, como justos varones. El cable ha sido repetido sin mayores cambios en otras partes (por ejemplo, en La República).

No son los primeros en hacerlo. Aquí un ejemplo en una columna de opinión de un diario mexicano:
En cuanto a legalizar la venta y consumo de drogas, sería tanto como darle a los varones del narcotráfico -Chapo Guzmán y socios-, todas las oportunidades de convertirse en prósperos industriales que en poco tiempo, con el favor y patrocinio del gobierno mexicano, dejarían atrás en riqueza a Bill Gates y a Carlos Slim...
Armando Aguirre, La Voz de la Frontera, 14 de abril del 2007
Para otra confusión interesante entre b y v, ver aquí.

Labels:


Saturday, December 29, 2007

 

Megatón y Megatonelada

La palabra inglesa megaton designa una unidad de energía que equivale a un millón de toneladas métricas de TNT. Se volvió popular en la prensa gracias a la Guerra Fría y a la carrera nuclear que empezó luego de la Segunda Guerra Mundial. La primera bomba atómica, que fue detonada en el desierto de Nuevo México el 16 de julio de 1945, equivalía a la explosión de 20.000 toneladas métricas de TNT, es decir, 20 kilotones, o lo que es lo mismo, 0.02 megatones; los soviéticos ostentan el récord de haber detonado el arma nuclear más potente: la Bomba Zar, que explotó en 1961, liberó una energía de 50 megatones, i.e. 50 millones de toneladas de TNT.

El impacto de megaton en el español fue inmediato: la versión castellanizada megatón (con su reglamentaria tilde) invadió pronto el vocabulario hispano. La Real Academia reconoció ese uso en el diccionario de 1970, que definía esta palabra de la siguiente manera:
megatón. (del ing. megatón [sic], de mega- y ton, tonelada) m. Unidad empleada para comparar la fuerza explosiva de las bombas atómicas, y equivalente a la de un millón de toneladas de trilita.
DRAE, 1970, Suplemento
Sin embargo, la expresión no se usa solamente para medir la potencia de las armas nucleares. La energía liberada por algunos acontecimientos naturales se puede medir en megatones también; por ejemplo, el impacto de los asteroides en la Tierra: el llamado Evento de Tunguska, la explosión de un pequeño asteroide sobre Siberia en 1908, tuvo un impacto calculado entre 3 y 5 megatones según recientes propuestas de la NASA. De hecho, la edición más reciente del DRAE corrige la entrada correspondiente de la siguiente manera (aunque todavía no se incorporan todas las posibilidades):
megatón.
(Del ingl. megaton).
1. m. Unidad de potencia de un explosivo, equivalente a la de un millón de toneladas de trinitrotolueno. (Símb. Mt).
DRAE, Edición Vigésimo Tercera
El anglicismo megatón parece, entonces, no solo bien asentado en la práctica de los hablantes de español, sino que está también sancionado por el discurso prescriptivo. Sin embargo, desde hace mucho, el vocablo ha tenido un competidor, a saber, megatonelada. Aquí un ejemplo de una ya vieja noticia en El País:
La OTAN, brazo armado de la Alianza Atlántica, mantiene en pie de guerra a cerca de cinco millones de hombres y dispone en el suelo de Europa Occidental de 7.000 artefactos atómicos, cuyas potencias de fuego van de 0,5 kilotoneladas de trinitrotolueno (TNT), a una megatonelada de TNT. Un artefacto de 0,5 kilotoneladas, llamado «mini-bomba» por su insignificancia, equivale a 10.000 bombas clásicas, es decir, a 500.000 kilos de dinamita [sic]. Y una bomba de una megatonelada lanzada sobre una ciudad como Madrid lo pulveriza todo en un radio de acción de seis kilómetros.
Feliciano Fidalgo, El País, 16 de setiembre de 1980
Es decir, se traduce el inglés ton por el español tonelada, creándose los neologismos kilotonelada y megatonelada. Lo curioso es que estas palabras no están en el DRAE. Una posibilidad es que se consideren palabras compuestas de significado predecible, es decir, que su significado se podría deducir de la combinación de kilo- y mega- con tonelada (como habíamos discutido antes, las palabras compuestas con estas características no están en el DRAE). Sin embargo, si esto es correcto, quiere decir que megatonelada significa simplemente un millón de toneladas, sin especificar de qué. No hay nada en megatonelada que nos indique que se trata de TNT o de energía. En ese sentido, si megatonelada fuera lo mismo que megatón, el significado no sería predecible, y se requeriría una especificación singular, con una entrada en el diccionario.

Esto significa que la Academia ha preferido aceptar los anglicismos megatón y kilotón, con su especialización como medida de potencia, para preservar la posibilidad de usar megatonelada y kilotonelada en un sentido más genérico (alguien podría pedir una kilotonelada de papas, por ejemplo). La elección del anglicismo sobre la forma patrimonial tiene aquí el curioso efecto de salvar la forma patrimonial, no de desplazarla. El uso de megatonelada y kilotonelada en el sentido de megatón y kilotón debe ser considerado entonces una hipercorrección. Es, de hecho, un torpe intento de evitar un anglicismo.

Una alternativa interesante es usar megatonelada mencionando el objeto medido, en este caso, la energía liberada. Aquí un ejemplo de un cable de EFE reportado por La República:
Impacto. El choque del asteroide contra Marte se produciría a una velocidad de 50.000 Km/H y creará un cráter de casi un kilómetro de diámetro liberando unas tres megatoneladas de energía.
La República 29 de diciembre del 2007

Labels:


Friday, December 21, 2007

 

¿Juráis por Dios y por la Patria...?

Como es bien sabido, el español latinoamericano, no emplea la forma vosotros, que se conserva activa únicamente en España (excepto en Andalucía). En el Perú y muchas otras zonas de Hispanoamérica, para expresar expresar el plural del la segunda persona, empleamos ustedes, independientemente de nuestra intenciones de cortesía hacia los interlocutores (en el plural, no hay un equivalente a la distinción entre y usted). No se trata simplemente de la pérdida del pronombre; la correspondiente flexión verbal ha desaparecido también: no decimos Caminad, sino Caminen; no ¿Qué visteis? sino ¿Qué vieron?, y así. Existe, sin embargo, un muy restringido contexto donde esta flexión verbal está no solo presente sino que es casi mandatoria: el habla solemne. Una instancia especialmente visible de este uso nos la ofrece la juramentación de cargos públicos---pero no es la única: ciertos discursos, algunas arengas, los sermones, pueden compartir ese rasgo.

Es claro para los hablantes que la fórmula comporta un giro lingüístico especial, una marca de solemnidad, de estilo elevado, de mucha formalidad. Evidencia de ello es que se le puede imitar, con diferentes fines. Veamos, por ejemplo, este texto reciente de Mirko Lauer:
¿Juráis pareceros mucho al anterior gabinete?
García ha elegido el momento preciso –el inicio de la vorágine de festividades– para producir un cambio de mínimo impacto. Muchos adornadores de árboles y compradores de regalos no se darán ni cuenta. Lo cual desde un punto de vista administrativo es óptimo, y lo más parecido a la continuidad en el gobierno.
La República, 21 de diciembre del 2007
La inclusión de esta flexión verbal enfatiza aquí la política que los nuevos ministros se estarían comprometiendo a mantener: es desde su juramento que la continuidad está garantizada.

Aquí hay otro ejemplo interesante:
JURÁIS POR DIOS Y POR COLLIQUE
¡Sí… me comprometo!
Unos 100 jóvenes estudiantes de Collique juramentaron como policías escolares el último martes 6 de Junio. El evento se realizó en el frontis de la Comisaría de la 4ª zona de Collique, hasta donde llegaron los profesores y directores de los colegios participantes, así como también los familiares de los estudiantes y la comunidad en general. Con este acto la Policía Nacional del Perú cumple con su Plan de Operaciones “Acercamiento a la Comunidad", que comprende, entre otras campañas de acción cívica, la preparación y juramentación de policías escolares. Una medida que busca fortalecer la relación con la comunidad.
Centro San Viator, Noticias
Aquí el giro del título quiere precisamente solemnizar el acto, equipararlo al juramento de un servidor público (eso son en buena cuenta los policías escolares)---no es claro si esa es la fórmula efectivamente utilizada, parece más bien una ocurrencia del que escribe la nota (quizá el juramento real fue la frase que sirve de subtítulo: ¡Sí… me comprometo!).

[Actualización]

Un par de interesantes comentarios me obligan a hacer una aclaración.

Santiago, un comentarista, sugiere vincular el empleo de esta forma verbal con el plural mayestático, es decir, el empleo del plural dirigido a una sola persona, con la finalidad de exaltarla.

Es necesario aclarar que no es lo mismo el uso del plural mayestático que el empleo formal del vosotros, al menos en el Perú. Cuando juró el Rey de España, el que le toma el juramento le dijo "juráis por Dios y sobre los Santos Evangelios...". Eso es un empleo del plural mayestático---que, por supuesto, no tiene que limitarse a los reyes. Es una especial deferencia hacia el interlocutor.

Pero el uso que comento tiene un sentido distinto. Especialmente porque en el Perú (como en otros países latinoamericanos) no existe la flexión plural en "-áis" o "-éis", ni el pronombre "os". Ni siquiera para el plural. Esas formas se emplean solo en esas circunstancias solemnes. No indican una especial deferencia al interlocutor (no tienen un sentido "mayestático"), más bien señalan la solemnidad del acto mismo. Eso es lo especial.

En ese sentido, la frase Os declaro marido y mujer, que Mariana aporta en su comentario, es un ejemplo bastante claro de ese uso. Es muy interesante la conexión con el discurso religioso, que Santiago sugiere. Especialmente porque en el Perú (en particular en los sectores escolarizados) muchos sacerdotes son de origen español, y por supuesto usan vosotros (y las flexiones correspondientes) en sus sermones; pero, en efecto, ellos no quieren ser formales al hacerlo. Al contrario, tratan de ser coloquiales. Una razonable hipótesis es que ese sea el origen (para el Perú al menos) de la impronta solemne del giro: los hablantes solo lo escuchaban en misa, y por lo tanto lo asocian con situaciones de alta solemnidad.

Labels:


This page is powered by Blogger. Isn't yours?