Thursday, May 29, 2008

 

Primer Symposium Bianual sobre Enseñanza de las Lenguas Indígenas en Latinoamérica (STILLA 2008)


Organizado por el Minority Languages and Cultures of Latin America Program (MLCP) y el Center for Latin American and Caribbean Studies (CLACS).

August 14-16, 2008 – Indiana University – Bloomington

Para más información sobre este evento, incluida la convocatoria a enviar ponencias, ver: http://www.iub.edu/~mlcp/stilla/

ORGANIZADORES
Serafín M. Coronel-Molina, School of Education, Indiana University
John H. McDowell, Folklore and Ethnomusicology, Indiana University
Jeff Gould, CLACS, Indiana University

PRESENTADORES PRINCIPALES
Nora C. England
Dallas TACA Professor, Department of Linguistics, University of Texas at Austin
Director, Center for Indigenous Languages of Latin America (CILLA)

Jean-Jacques Decoster
Director, Centro Tinku
President, Asociación Kuraka
Director, Instituto Latinoamericano de Investigación (ILAI)
Academic Director, Instituto de Investigación de la Lengua Quechua, Cusco, Peru.

INSTITUCIONES ORGANIZADORAS

Center for Latin American and Caribbean Studies (CLACS), Indiana University, Bloomington, Indiana
Center for Latin American and Caribbean Studies, University of Illinois at Urbana, Champaign
Center for Latin American Studies, The Ohio State University, Columbus, Ohio
Center for Latin American and Caribbean Studies, University of Michigan, Ann Arbor, Michigan
Center for Latin American Studies, University of Chicago, Chicago, Illinois
Kellogg Institute for International Studies, University of Notre Dame, Notre Dame, Indiana
Latin American, Caribbean, and Iberian Studies Center, University of Wisconsin, Madison, Wisconsin

Tuesday, May 13, 2008

 

Marco Martos habla sobre el lenguaje peruano

En el cada vez mejor portal de la Academia Peruana de la Lengua, veo este mensaje de Marco Martos, su director, sobre el lenguaje peruano. Vale la pena escucharlo.

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Friday, May 09, 2008

 

Personas diferentes, iguales derechos

La palabra autismo sirve para referirse a un conjunto variado de condiciones neurológicas que afectan la posibilidad de interactuar con los demás y comunicarse, además de provocar ciertas conductas repetitivas y varias obsesiones. No todos los autistas se ven afectados de la misma manera---y los diferentes cuadros neurológicos en el espectro del autismo reciben inclusive diferentes nombres (el Síndrome de Asperger, PDD-NOS, entre otros). Desde hace mucho tiempo, el autismo se ha considerado una enfermedad, y ciertamente las personas afectadas tienen patrones cognitivos y conductas bastante diferentes de las otras personas.

En los últimos años, sin embargo, hay un movimiento entre los propios miembros de la comunidad autista (al menos en países desarrollados, donde 3 de cada 500 personas exhibe esta condición) para que se reconozca el autismo no como una enfermedad sino como un rasgo inherente a ciertas personas; una diferencia, no un defecto; esto es, una de las manifestaciones de la neurodiversidad---algo como ser zurdo, que también se consideró una enfermedad en el pasado. La obvia consecuencia es que no habría necesidad de curar nada, sino de hacer que el entorno se adapte a las necesidades de los miembros de esa comunidad. Como era de esperarse, la idea ha suscitado mucha controversia y oposición, especialmente entre los padres de hijos autistas, quienes temen que eso provoque una disminución de los fondos asignados para investigar esta condición y obtener una cura.

No espero aquí resolver el debate, pero sí me gustaría presentarles este interesantísimo video de Amanda Baggs, autista y prolífica bloguera, que es un impresionante alegato en favor del reconocimiento de los derechos de las personas con características cognitivas radicalmente diferentes a las del resto de nosotros. La paradoja que ofrece para nuestra reflexión es impactante: que ella no sea capaz de aprender nuestro lenguaje, nuestra forma de comunicación, se considera un defecto, pero que nosotros no seamos capaces de aprender el suyo se considera natural y normal---curiosamente, como he dicho varias veces, ese es el mismo razonamiento del discurso prescriptivo: si el otro no puede hablar como nosotros, es culpa del otro, y si nosotros no podemos hablar como el otro, es culpa…del otro también (es decir, el discurso prescriptivo es en verdad una instancia del discurso del rechazo a lo diferente).

Oigamos lo que Amanda tiene que decir:




Gracias a Bitácora Lingüística, donde encontré la versión española de este video por primera vez.

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Tuesday, May 06, 2008

 

Ah, los puristas

Como en todas partes, también en Estados Unidos hay personas y movimientos que buscan suprimir el empleo de las diversas lenguas que se hablan en el territorio nacional en beneficio de una sola. En USA ha habido desde siempre cientos de lenguas diferentes (alguna vez hubo hasta 238, pero hoy todavía quedan 162, de acuerdo con la más reciente cuenta de Ethnologue); a pesar de eso, muchos piensan que el inglés debería ser la única lengua oficial---los Estados Unidos no designa una lengua oficial ni en su Constitución ni en sus leyes, aunque en la práctica el inglés hace las veces de tal. Y por supuesto quienes piensa así organizan actividades y protestas para promover la oficialización del inglés. La migración masiva de las últimas décadas ha hecho más visible la diversidad lingüística, y ha intensificado los pedidos para excluir las otras lenguas.

Las personas de la foto a la izquierda participan de una de las tantas protestas organizadas con esa finalidad---esta ocurrió en el centro de Houston, Texas, el pasado jueves primero de mayo, según registra el Houston Chronicles. En el cartel se puede leer lo siguiente: Make English America's offical Language. Es interesante la manera como se ha escrito offical. Como es fácil de ver, corresponde a la palabra inglesa official ('oficial'), es decir, se ha omitido la i. Esto no es simplemente una errata: la palabra official se pronuncia [ɘfɪ∫l], es decir, las vocales ia en verdad no se pronuncian, y aunque la a podría dar la impresión de estar presente, no hay ningún rastro de la i, por lo que es un típico error ortográfico del hablante de inglés (como escribir sin h en español: "a terminado").

En otras palabras, estas personas protestan por la presunta amenaza que se cierne sobre el inglés, pero lo hacen con errores ortográficos. No faltan quienes han notado la ironía que esto implica---ver también Language Log, donde me enteré originalmente de esta graciosa protesta.

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Monday, May 05, 2008

 

Sobre ciertas ambigüedades

Cuando yo estudiaba el pregrado en la Universidad Católica, y consideraba la posibilidad de estudiar literatura (lo que finalmente no hice), circulaba una curiosa definición de la tarea del creador literario. Se la escuché a algunos de mis profesores, a mis jefes de práctica y a muchos de mis amigos literatos. No recuerdo haberla leído expresamente en ningún texto (pero mi memoria puede fallarme), aunque sí recuerdo varios artículos y manuales que parecían insinuarla (pero al releerlos hoy confirmo que se trataba solo de una mala lectura de entonces). A mí nunca me convenció, aunque entonces no sabía bien por qué, y el relativo consenso que alcanzaba me hacía dudar de la relevancia de mi preocupación. Después de años de pensar profesionalmente sobre el lenguaje y la lengua, sé hoy que no puede ser cierta, o de otro modo la literatura sería algo trivial e irrelevante (lo que, por supuesto, no es).

La idea que circulaba (y no sé si todavía circula) era la siguiente: la tarea de un creador literario consistía en escribir textos polisémicos, es decir, textos con múltiples significados, infinitamente ambiguos, para que el lector se deleitara en su desciframiento. Cuanto más ambiguo era un texto, cuanto más significados pudiéramos extraer de él, más literario, más poético, mejor. Así, la literatura quedaba definida como el reino de lo polisémico, de la multiplicidad del sentido, de lo ambiguo.

El pequeño problema con esta definición es que, si fuera correcta, casi no habría acto lingüístico que escapara a ser considerado literario. El lenguaje es un proveedor gratuito de sentidos; nos proporciona significados de manera automática e inconsciente y con una mínima intervención de nuestra parte. No hay necesidad de proponerse ser ambiguo; la ambigüedad surge mecánicamente en todos los vericuetos de nuestras oraciones, aparece sin aviso en la relación entre lo que decimos y lo que dejamos de decir, en la tensión entre nuestros enunciados y el contexto real o imaginado de la enunciación. Lo que decimos reverbera en sentidos, dobles y triples, y cuando la comunicación es exitosa se debe siempre a la generosidad de nuestros interlocutores, quienes, auxiliados por contextos favorables y por sistemas de creencias similares a los nuestros, desentierran nuestro mensaje, casi oculto en nuestras frases. De esta manera, las posibilidades para la incomprensión son casi infinitas (especialmente entre personas que no comparten los mismos horizontes vitales, en mensajes puestos en contextos ajenos y, por supuesto, en lenguas o variedades diferentes).

Pongamos un ejemplo, prestado al maestro Eugenio Coseriu. ¿Cuál es el sentido de la oración Sócrates es mortal? Tiene, en verdad, muchos, infinitos sentidos. Una posibilidad es que simplemente afirme que el individuo Sócrates va a morir alguna vez. Otra es que sea la conclusión de un silogismo (algo como "Todos los hombres son mortales/Sócrates es hombre/Sócrates es mortal"). Otra es que sea una advertencia a su mujer Jantipa (según Jenofonte, Jantipa era de muy mal carácter, incluso violenta; de esta manera la oración podría querer decir algo así como "Cuidado Jantipa, no lo maltrates mucho, que Sócrates es mortal"). Y otras muchas posibilidades, de acuerdo con las infinitas situaciones en las que puede usarse esta expresión.

Aunque no pretendo definir la literatura ni mucho menos, es claro que la tarea del escritor no puede ser producir muchos sentidos. Al contrario, su tarea es retringir la multiplicidad de sentidos, encauzar el torrente de significados que el lenguaje proporciona para que manifieste una idea interesante, para que ilumine un aspecto de la realidad, para facilitar una comunicación efectiva y continua. Un buen texto no es uno con muchas interpretaciones, sino uno en el cual las interpretaciones (muchas o pocas) se ordenan coherentemente para iluminar la comprensión de lector, para guiarlo en su tarea diaria de entender el mundo, o al menos para mostrarle una perspectiva nueva, a la que no accedería de otro modo.

Y no se trata solamente del escritor de ficciones o del poeta. En la medida en que el lenguaje nos concierne a todos, todos somos responsables por controlar cualquier posible desborde de sentidos. En eso precisamente consiste la responsabilidad al escribir: en no dejar que nuestra pluma escriba por sí misma, sino en armar nuestros textos de manera que expresen lo que realmente queremos decir, sin dejar que la ambigüedad nos traicione. Noten que eso no significa que las ambigüedades no deberían existir, solo que deben estar calculadas, restringidas a aquello que efectivamente permitimos que se diga, no generarse sin ton ni son.

Que esa tarea no es fácil lo confirma dramáticamente la estupenda colección de "trabalenguas" que Gustavo Faverón ha ido coleccionando y comentando en su blog. Se trata de frases que sorprenden porque disparan un significado que su autor probablemente no pretendía, o porque tras las palabras se esconde un vacío conceptual, un intento deliberado de confundir, o incluso una amenaza. Aquí quiero comentar dos de las más recientes; ambas envuelven una ambigüedad. Una es relativamente inocente; la otra no.

La primera es una cita de un reporte del diario El Comercio:

Heraud Pérez estuvo enterrado por 45 años en el cementerio "Los Pioneros" de Puerto Maldonado.
Antes de recibir sepultura, sus familiares leyeron varios fragmentos de los poemas que escribió Heraud, entre ellos "El Viaje", con el que obtuvo el premio "El Poeta joven del Perú", así como El Río (1960), entre otros.
El Comercio, 2 de mayo del 2008

Como es obvio, la intención es decir que antes de que Heraud recibiera sepultura, sus familiares leyeron varios fragmentos de los poemas. El texto citado, sin embargo, permite la siguiente interpretación: que quienes están recibiendo sepultura son los familiares. Noten que el texto es ambiguo: también quiere decir algo como Antes de recibir sepultura Heraud, sus familiares leyeron varios fragmentos de los poemas; el hecho de que Heraud sea el sujeto de la oración anterior y el tema general del texto, condicionó la elección de referente para el sujeto de recibir, olvidando que los sujetos de verbos infinitivos tienden a interpretarse localmente (en ese sentido, la prominencia del tópico recurrente Heraud se ve amenguada por la cercanía de la frase sus familiares). Una vez más, el lenguaje proporciona gratuitamente un sentido que el redactor no buscaba.

La segunda expresión es menos inocente. El 21 de abril del 2008, La Ventana Indiscreta entrevistó a Sara Albirena Gutiérrez, empleada civil de la Policía Nacional del Perú, encargada de las relaciones con la prensa. Previamente, el Diario La Primera había expuesto a catorce agentes policiales; la señora Albirena Gutiérrez se queja por eso de la siguiente manera:
Conozco a los policías que han sido agraviados y abusados por la libertad de expresión y la democracia en la que vivimos actualmente.
Sara Albirena Gutiérrez, en La Ventana Indiscreta, 21 de abril del 2008
Lo que quiere decir es que la revelación de los nombres de los agentes es, en su opinión, un abuso posible debido a que hoy existe libertad de expresión y democracia. Sin embargo, al usar la preposición por, introduce un sentido adicional: que la libertad y la democracia han agraviado y han abusado de esos policías. Como sabemos, la preposición por puede expresar dos significados diferentes; por un lado, puede indicar el agente (por ejemplo, El auto fue comprado por Juan, donde Juan es el comprador); por otro lado, puede indicar la causa (como en Se cerró la ventana por Juan, donde Juan no es quien cierra la ventana sino que alguien más la cierra por causa de Juan---este puede estar resfriado, por ejemplo).

Es evidente que hay una crucial diferencia de sentido en la declaración citada, según la interpretación que se asigne allí a por. Si se le asigna el sentido de agente, entonces se convierte en una acusación contra la democracia y la libertad de expresión, como si estas fueran un obstáculo, un problema a resolver pronto; es una invitación al golpe de estado, a la persecución contra los periodistas, a la censura. Si por el contrario se le asigna la interpretación de causa, es una queja resignada, casi una expresión de capitulación frente al molesto control que la prensa ejerce sobre las instituciones del Estado en las sociedades democráticas.

Podemos sospechar, un poco aliviados, que el sentido de causa (y no el de agente) era, tal vez, el sentido que se intentaba, a partir de cómo ha sido recibida la declaración en algunos medios. Por ejemplo, el diario La Primera, principal aludido, la interpreta como una acusación de estar "abusando de la libertad de información" (es decir, en el sentido de causa). Además, la propia Ventana Indiscreta publica en Agencia Perú una versión escrita de la declaración con un significativo cambio:
Conozco a los policías que han sido agraviados y abusados por la libertad de expresión propia de la democracia que vivimos actualmente.
Versión escrita de la declaración de Sara Albirena Gutiérrez a la Ventana Indiscreta (Agencia Perú)
En esta versión en vez de y se coloca propia de. Como es obvio, este añadido refuerza la interpretación de causa, aunque no elimina del todo la de agente---y claro, la versión escrita no es fiel a la declaración original (como puede oírse en los minutos 3:15-3:25 del video original en los archivos de La Ventana Indiscreta del 21 de abril del 2008).

En todo caso, la ambigüedad está allí. Y, por desgracia, no sabemos si está allí porque la entrevistada bajó la guardia y permitió un sentido que no pretendía (y en este caso es simplemente un texto mal armado, no exitoso, inocente), o si está allí para que la leeamos entre líneas, para que la descifremos en todos sus terribles alcances, para que tengamos miedo de la democracia y de la libertad de expresión (y en este último caso sería un texto exitoso, muy eficaz, aunque nada inocente).

Hablar (y escribir), entonces, es una tarea que entraña responsabilidades inmensas. Ahora bien, ¿quiere decir esto que tenemos derecho a criticar lo que los hablantes hacen con su lengua? Bueno, curiosamente, la expresión lo que los hablantes hacen con su lengua es ambigua. Por un lado quiere decir que los hablantes le hacen algo a la lengua: la cambian, le inventan nuevas palabras, le añaden otras. En este sentido, nadie tiene por qué criticar eso. Pero también quiere decir que los hablantes le hacen algo a alguien con su lengua. Eso ya es diferente. Amenazar (o insultar) no es solamente usar la lengua; emplear ambigüedades no es solamente dejar que la lengua fluya irrestricta. Es también usar y abusar del poder, es ocultar la verdad, es poner en peligro la libertad. Esto último también se hace usando las palabras. Y por supuesto que puede ser criticado.

No solo la literatura lidia pues con la ambigüedad; la multiplicidad del sentido es consustancial al lenguaje, a todo acto lingüístico. Quizá no podamos evitar las ambigüedades del todo. Pero fallar al escribir o hablar claramente debería implicar siempre una toma de responsabilidad, una respuesta, una disculpa, o al menos una corrección. Esa es también una manera de contribuir con la libertad de expresión y la democracia.

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Friday, May 02, 2008

 

Espera que crisis lo resuelva la OEA

El uso de los clíticos es quizá una de las áreas de la gramática española donde se registra la mayor cantidad de diferencias dialectales. Esos breves pronombres átonos (lo, la, los, las, le, les, se...) se emplean por razones que no son del todo bien entendidas incluso hoy, y han sido el tema de varias tesis doctorales y libros, y numerosos artículos y conferencias. Las diferencias en su empleo atraviesan todas sus características: la concordancia (por poner un ejemplo sencillo, más de un lector se sorprenderá al descubrir que una oración tan normal como Dale de comer a los perros exhibe una flagrante discordancia entre le y perros), el doblado (en algunos dialectos es perfectamente posible doblar ciertos objectos directos con un clítico: Lo vi a Juan), la alternacia de formas (en algunos dialectos se dice Le vi en vez de Lo vi, lo que viene a llamarse leísmo; existe también loísmo e incluso laísmo), y un largo etcétera.

En el español del Perú, está muy extendido el uso de lo como el único clítico (desplazando a la, los, las) en ciertos contextos:

— ¿Quién rompió estas tazas?
— Yo lo rompí.

---a propósito, si alguien está interesado en conocer la gramática del español desde un punto de vista que tome en cuenta las distintas variedades y no solo la versión normativa, les recomiendo este magnífico trabajo de Karen Coral y Jorge Pérez Silva, dos excelentes lingüistas peruanos, muy amigos míos: el Manual de gramática del castellano: variedad estándar y usos regionales, publicado por ProEduca-GTZ, que se puede conseguir en línea aquí (he tomado el ejemplo anterior de allí).

Un titular de La República nos proporciona otro ejemplo:
Saludan eventual intermediación pero espera que crisis lo resuelva la OEA
(17:17 hrs) Las iniciativas para solucionar la crisis diplomática entre Quito y Bogotá “serán siempre bienvenidas”, pero Ecuador espera que esta se resuelva en el marco de las negociaciones que propicia la Organización de Estados Americanos (OEA), dijo el embajador ecuatoriano en Lima, Diego Ribadeneira.
La República. Viernes, 02 de mayo de 2008
Aquí la palabra crisis (en femenino plural) está doblada por el clítico lo (en masculino singular). Este ejemplo es interesante porque muestra que el fenómeno se va desplazando hacia contextos más formales, es decir, está en plena expansión.

[Actualización]

Gracias a Gustavo Faverón por observar que el titular mencionado contiene otra peculiaridad: los verbos de las cláusulas coordinadas tienen diferente número (saludan está en plural y espera está en singular). En principio, esto no es un problema: podemos decir algo como "Vinieron a verlo y los rechazó"; sin embargo, en este último caso se trata obviamente de sujetos diferentes: "(Ellos) vinieron a verlo y (él) los rechazó", pero en el titular de La República los verbos parecen en principio referirse al mismo sujeto. Eso es solo aparente, sin embargo.

El primer verbo (saludan) tiene un sujeto impersonal en plural, es decir, un sujeto no definido, del tipo "Me robaron la billetera" (donde podría tratarse de un solo ladrón), como es típico en los titulares ("Asaltan banco" no necesariamente quiere decir que fueron varios asaltantes). El segundo verbo especifica el sujeto (el embajador aludido), lo cual tampoco tiene nada de peculiar. La combinación de las dos cláusulas es la que llama la atención. La pregunta es por qué no se ha impersonalizado el segundo verbo (por qué no dice "Esperan que crisis lo resuelva la OEA"). Una posibilidad es que el impersonal en plural no sea un fenómeno generalizado sino que esté activo para un conjunto de verbos (robar, saludar, anunciar...); no es claro que define esa clase: quizá sea la frecuencia con que se usa la actividad como impersonal. Por ejemplo, para mí sería un poco extraño encontrar un titular como "Esperan un milagro" donde el sujeto sea finalmente identificado como una sola persona; pero eso no me parece tan raro en "Saludan el milagro", donde el sujeto podría terminar siendo un portavoz del Vaticano, por ejemplo.

Por supuesto, es también posible que se trate de una corrección posterior del articulista o del editor, quien olvidó el sujeto impersonal anterior.

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