Friday, May 05, 2006
Hablar bien no es un privilegio de élite
Usted es de Lampa, Puno. ¿La trajeron a Lima con el cuento de la
'madrina'?
Es lo típico para evitarse responsabilidades, para no tener que pedir la
tutela al juez de menores. A mí me trajeron como a miles: con el cuento de que
iba a estar bien, de que iba a ser tratada como hija, que me iban a hacer
estudiar. A mí me trataron como si fuese lo peor de la familia: yo comía en
platos oxidados, separada... (Paulina se lleva la mano a la boca. Sus ojos están
rojos). Uno no se da cuenta, sigues trabajando. No eres consciente, pese a que
ellos te lo reafirman: ¡Bruta! ¡Ignorante! ¡Tu papá y tu mamá huelen a llama!
Todas esas cosas que bajan tu autoestima. Por eso agradezco el salto que he dado
en mi visión de liderazgo: yo ahora soy una luchadora social. Ni política ni
feminista. Yo no sorprendo a la opinión pública, yo me he forjado al lado de mis
compañeras y, por mi misma necesidad, he resuelto las taras de mi
ignorancia.
Labels: discurso prescriptivo
<< Home