Thursday, April 10, 2008

 

Cholo: nombre o prefijo (actualizado)

A propósito de este post de Gustavo Faverón en Puente Aéreo.

Quiero recomendar efusivamente el último post de Gustavo Faverón sobre ciertos usos y abusos de la palabra cholo en el Perú. A diferencia de serrano, cholo tiene en nuestro país un uso ambiguo. Puede ser usado como insulto racista, pero también se ha convertido en una expresión reivindicativa, en una palabra de protesta que articula una especial identidad---como en el famoso Cholo soy y no me compadezcas de Luis Abanto Morales. De esa manera, en ciertos discursos, cholo parece querer decir simplemente peruano. En principio, uno podría alegrarse de que se haya rescatado esta palabra de las fauces del racismo y la discriminación. Sin embargo, como advierte Faverón, todavían quedan fantasmas en la casa:
Me estaba preguntando por qué me resultan casi siempre antipáticas (y bastante mongas) palabras como cholotaxi, cholonauta, cholómetro o cholósfera, y títulos como Nos habíamos choleado tanto o El laberinto de la choledad.
La respuesta más explicativa que encuentro hasta ahora: porque todas ellas en conjunto son palabras y frases que renuncian a cualquier forma de originalidad; son variantes copionas de otras palabras y de otros títulos o nombres; son términos a la vez parasitarios y caricaturales, que viven de hacer referencia a otros términos pero a la vez los empequeñecen y los asfixian: parecen responder a una intuitiva antropología identitaria, que todo lo encoge y todo lo reduce, que nunca piensa en una ancha clave humanista sino exclusivamente en clave local).
Voluntaria o involuntatariamente, el prefijo cholo lleva consigo una carga muy antigua de tintes sardónicos, de la misma estirpe del sustantivo cholo en el viejo y mediocre chiste "no es lo mismo un desnudo griego que un cholo calato", en el que el solo reemplazar el paradigma de la belleza occidental con el cuerpo de un indígena o de un mestizo peruanos parece generar una sensación de ridículo que es, por decir lo menos, autodenigrante. (Por supuesto, no es que se me extravíe la referencia a la pobreza del peruano, pero creo que no basta para volver exitosa la broma).
Gustavo Faverón. Puente Aéreo. 9 de abril del 2008
En efecto, la reciente proliferación del término cholo, usado como prefijo para modificar ciertos nombres y títulos conocidos, no está en realidad motivada por un espíritu de limpieza expresiva; al contrario, su objetivo es subrayar una diferencia, marcar una distancia. Desgraciadamente, quizá en forma inadvertida, eso permite la supervivencia del componente discriminatorio de la palabra:
Tampoco es secundario el tema de la rebaja paródica: los mexicanos de Octavio Paz se extravían en el insigne laberinto de la soledad, los peruanos de Nugent sólo alcanzamos a perdernos en la modesta paráfrasis del otro laberinto. Si los personajes de Ettore Scola aman, los peruanos de Bruce choleamos.
Gustavo Faverón. Puente Aéreo. 9 de abril del 2008
[Actualización: Breve nota sobre el origen de cholo]

Agradezco a Kike, un comentarista, por recordarme lo siguiente:
cholo tiene a veces también una connotación cariñosa. Es típico de los varones peruanos llamarse "cholo" de forma amistosa ("¡Buena, cholo!", "Tranquilo, cholo") o del uso de la expresión entre enamorados ("Ven, cholita").
Comentarista en la Peña Lingüística.
En efecto, ese es un uso posible en el Perú. Esto quizá eche luces sobre el debate que existe acerca de la etimología de la palabra. Es conocido que el Inca Garcilaso le atribuyó un origen caribeño:
cholo, es vocablo de las islas Barlovento, quiere decir perro, no de los castizos, sino de los muy bellacos gozones; y los españoles usan del por infamia y vituperio.
Inca Garcilaso. Los comentarios reales. 1609. Citado por Juan de Arona (Diccionario de Peruanismos, 1883, p. 169)
En apoyo de esta hipótesis, Juan de Arona cita el Vocabulario aymara del Padre Bertonio, quien deja constancia del uso de la expresión "chulo anocara" para designar a un
"perro engendrado de padre que es de diferente casta como bastardo"
Bertonio, Ludovico. Vocabulario de lengua aymara. 1612. p. 363
De acuerdo con esto, ser chulo es algo así como ser chusco. Arona postula que chulo es un préstamo temprano del español hacia el aymara, lo que confirmaría la propuesta de Garcilaso. El español chulo sería pues el origen de cholo. Sin embargo, chulo tiene significados diferentes en el español del XVII.

Por una parte, los peones que ayudaban a los toreros eran llamados chulos. Algunos sugieren que chulo designaba también a los perros usados para encerrar a los toros---al parecer la palabra era usada por los esclavos, especialmente en las plazas de toros; algunos incluso sugieren que deriva de lenguas africanas. Esto pareciera confirmar a Garcilaso, pues los esclavos bien pudieran haber llevado la palabra también al Caribe. Ahora bien, chulo sufre un cambio interesante, ya desde entonces. Como sabemos, los toreros visten con mucha gala; a mediados del XVII, chulo señalaba a un "individuo del pueblo bajo que se distingue por cierta afectación y guapeza en el traje" (Corominas, Joan. Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana, 1967, p. 199); es decir, si un pobre trataba de vestir con lujos, se burlaban de él diciéndole chulo, o sea algo así como "ayudante de torero" (para aludir burlonamente a las galas del torero)---este es quizá el origen de uno de los significados actuales de chulo (i.e. "caficho"). En este sentido, en el origen de cholo hay una noción de inferioridad moral.

Por otro lado, en la germanía del Siglo de Oro (es decir, en el habla más populachera, la replana y la jerga soldadesca de la época), chulo quería decir muchacho (en general, incluido el sentido de "sirviente")---según Corominas, esto deriva del italiano ciullo ("niño"), que es una aféresis de fanciullo, el diminutivo de fante (que viene del latín infans, infantis). En este otro sentido, en el origen de cholo hay una noción de minoría de edad y de servicio.

Ambas explicaciones están posiblemente relacionadas, puesto que chulo como designación de los ayudantes del torero bien podría derivar del sentido de "muchacho". Sin embargo no explican bien por qué se cambia la vocal de chulo a cholo. Quizá ese sea el cambio que ocurre en el Caribe. No se explica tampoco de dónde puede haber salido el sentido cariñoso, que es además propio del Perú, especialmente en la costa norte---en Lambayeque una madre o una tía cariñosa puede llamar a su hijo o sobrino "mi cholito". Esto es muy diferente del uso de cholo en varias otras regiones hispanas, donde solo parece tener el sentido ofensivo.

Existe una hipótesis alternativa según la cual cholo deriva de la palabra mochica cholu, que significa también muchacho, pero solo en el sentido de "niño". Si esto es correcto, tenemos una explicación interesante acerca del sentido particular de cholo en el Perú. Ahora bien, esta no puede ser toda la historia, puesto que la palabra está ampliamente extendida en el español y casi en ninguna parte tiene un sentido afectivo (Argentina es una excepción). Es posible pues que cholo en el Perú tenga un doble origen: por un lado proviene de las mismas fuentes que trajeron esa palabra al español; pero, adicionalmente, se alimenta del sentido que cholu tenía en mochica. Quizá eso explique su doble significado.

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Comments:
No hay que olvidar que cholo tiene a veces también una connotación cariñosa. Es típico de los varones peruanos llamarse "cholo" de forma amistosa ("¡Buena, cholo!", "Tranquilo, cholo") o del uso de la expresión entre enamorados ("Ven, cholita").
 
Llama a atención lo que ocurre con ciertas palabras "raciales" que se usan con connotaciones de discriminación o afectivas. Lo mismo que ocurre en el peruano con "cholo" es lo que pasa en el argentino con "negro" que es usado como un insulto o de manera cariñosa (como la negra Mercedes Sosa o el negro Fontanarosa)
 
Alberto Wagner de Reyna, filósofo peruano, decía que existían unas "protopalabras", palabras primigenias, que se caracterizaban por su polivalencia y por encerrar, a veces, significados diametralmente opuestos:

«Las palabras primigenias, protopalabras o archipalabras (Urworte) poseen una polivalencia original --radical-- que a veces se polariza en una contradicción, que incluye --es cierto--, ingénita, su propia integración.

»Ellas significan entonces simultáneamente lo que nos aparece como opuesto, pues en verdad se refieren a lo que se halla detrás de la contradicción establecida entre los sentidos que, andando el tiempo, han adquirido los vocablos que de ellas derivan. Por ejemplo, altus significa tanto 'elevado' cuanto 'profundo': una casa alta, un rascacielos se eleva a las nubes; pero la alta mar es la parte en que el agua es más profunda. Sacré quiere decir 'sagrado', pero también 'maldito'; así en francés cette sacrée toux, 'esta maldita tos'. Vacar expresa tanto 'cesar por algún tiempo en sus habituales negocios' --de allí vacaciones-- como también 'dedicarse enteramente a ellos' --vacar a sus ocupaciones--».*

*Alberto Wagner de Reyna. La poca fe. Lima, Fondo Editorial PUCP, 2003.
 
Cierto lo que dices Nila. Quizá esa sea la explicación más simple de la ambigüedad en este caso. Llama la atención, sin embargo, que no en todo el español ocurra lo mismo con "cholo". Lo que mencionas de "negro" está más extendido que solo Argentina, me parece.

Interesante lo de Wagner de Reina. No me queda claro cuál es el concepto común que estaría detrás de "cholo", sin embargo. ¿La idea de ser menor de edad?
 
Miguel: no sé si en México "cholo" tiene solo sentido ofensivo, pero creo que ese no es el caso entre los chicanos y otros latinos en EEUU. ¿Sabes algo de eso? Yo particularmente recuerdo una entrevista de Conan O´Brien a John Leguizamo, el actor de origen creo que portorriqueño. La pregunta era cómo lo llamaban sus amigos latinos y la respuesta fue "cholo". (A propósito, en México sí existe --oh, originalidad, un ensayo sobre los "cholos" titulado "Cien años de choledad").

Lo otro era esto: mencionas varias veces "chulo" en la genealogía del término. Me pregunto qué pasa con la variación "chulillo", que yo siempre he entendido como relacionada con "cholo" pero con un sentido mucho más particular: como sirviente o incluso como "ayayero".
 
Lo que me parece---pero no lo sé de cierto---es que el uso de "cholo" entre los chicanos y otros grupos (posiblemente también en México) ha pasado por el mismo proceso que la versión ofensiva de "cholo" en el Perú. Es decir, que se está convirtiendo en una palabra que reivindica una identidad---al estilo de "Cholo soy y no me compadezcas".

Eso no es lo mismo que el sentido afectivo que yo he visto usar en el norte del Perú, por ejemplo. Una madre no le dice a su hijo "mi cholito" por razones reivindicativas. Es simplemente un mote de cariño (como decir "pumpkin", en inglés). Si eso también pasa entre los chicanos, eso sería muy interesante---y echaría por tierra la hipótesis del origen mochica. Agradecería información al respecto.

Con respecto a "chulillo" (o más bien "chulío", como creo que se pronuncia), existe la posibilidad de que derive directamente de chulo, sin pasar por cholo. Pero la conexión con cholo es posible también. Es, después de todo, un peruanismo. La RAE, por ejemplo, postula que chulillo deriva de cholo---aunque curiosamente define "chulillo" como "cobrador de autobús", lo cual no es exacto.
 
En los ejemplos que da Faverón: (cholonoauta, cholotaxi, cholosfera) no estamos más bien ante la creacion de compuestos nominales? Es decir, lo que se ha juntado son dos raices, y no es que cholo sea un prefijo en esas palabras. O da lo mismo?

Por otro lado, no creo que tengamos que condenar cómo los hablantes usan la palabra y crean nuevas a partir de ella... por eso, me parece mal decir "usos y abusos"; es cierto que puede demostrar falta de originalidad (el título del libro de bruce da cólera por eso), pero no creo que debamos criticar lo que los hablantes hacen con su lengua...

t
 
No es tan fácil decir que en esos casos se trata de una composición, aunque en algunos casos así podría ser. Eso es claro en "cholo taxi", pero eso no es cierto en "choledad". En este último caso se trata de una derivación (en paralelo con "soledad"). En "cholonauta" lo que se ha hecho es substituir la raíz original "intern-" por otra diferente, etc. Aunque el proceso específico es diferente, claramente lo que ocurre es que se usa "cholo" con un valor móvil, que se acomode a las necesidades expresivas de cada caso. Es posible postular que se está convirtiendo en un prefijo al estilo de "inter-" que puede también actuar como raíz: compárese "interdistrital" con "interior". Sin embargo, la observación de que en algunos casos puede tratarse de composición es válida.

Lo que no me parece apropiado es el intento de confundir los dos sentidos de "lo que los hablantes hacen con su lengua". Esa expresión es ambigua.

Por un lado quiere decir que los hablantes le hacen algo A LA LENGUA: la cambian, le inventan nuevas palabras, le añaden otras. En este sentido, estoy de acuerdo en que nadie tiene por qué criticar eso. Pero no es lo que hago aquí, y tampoco creo que sea eso lo que hace Faverón (al menos en este post).

Pero también quiere decir que los hablantes le hacen algo A ALGUIEN con su lengua. Eso ya es diferente. Insultar no es solamente usar la lengua; es también ofender, herir, discriminar, etc. a una persona. Esto último se hace también usando las palabras. Y por supuesto que puede ser criticado.

Lo que se critica no es el uso de la expresión "cholo" por sí misma, sino el no tener en cuenta la carga discriminatoria de la expresión. Al no tenerla en cuenta, están haciendo algo CON LAS PERSONAS y no solo con la lengua. Eso sí constituye un abuso.
 
Gracias por la aclaración gramatical.

Sí me di cuenta que lo que puse podía interpretarse en el sentido de que los hablantes pueden hacer lo que quiera con su lengua para atacar a otros. Concuerdo contigo en lo que dices respecto a que eso sí debe ser criticado y combatido.

Ahora, no me queda claro si es que hay ofensa y discriminación en el uso de la palabra cholo que hace Bruce en el título de su libro o lo que hacen ciertos blogs al denominarse "cholósfera". Entiendo el punto de ustedes en cuanto a que sí parece haber un rezago discriminatorio o autodenigrante, pero me parece que eso está lejos de ser un insulto o ataque. No se debería poner en el mismo saco a los que utilizan la palabra para claramente discriminar y ofender, y a los que más bien tienen un propósito reivindicatorio del término, aun cuando al final no logren su objetivo.

saludos

t
 
Yo estoy de acuerdo en que hay que distinguir entre los que emplean la palabra como insulto y los que tratan de darle otro sentido. Allí hay, por supuesto, una gran diferencia.

También hay que anotar, sin embargo, que es necesario escudriñar los sentidos de lo que uno dice, al menos, para que lo que uno dice exprese exactamente lo que uno quiere decir. Y eso es especialmente necesario con palabras tan cargadas como la que aquí se discute.

Por otra parte, nadie acusa a los autores de esa palabra de usarla como insulto racial. Más bien, de no advertir que su giro traslada a otro plano la discriminación: ahora ya no es la oposición cholo-blanco la que se marca sino la de peruano-no peruano. Es verdad que eso tiene un lado inclusivo, pero también arrastra una puya que nunca queda resuelta. En ese sentido, el significado se descontrola un poco y no sabemos bien qué quiere decir. Esa es la única crítica.
 
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