Monday, February 04, 2008

 

Cada persona tiene todo el derecho de tener una posición o de discrepar con ella

Uno de los acontecimientos claves para la creación de la lingüística moderna fue el descubrimiento de que no existen hablantes más privilegiados que otros con respecto al hecho mismo de hablar, que todas las personas hablan según las inexorables reglas que han construido en el transcurso de la adquisición de su lengua y que por lo tanto no existen lenguas mejores que otras, ni variedades ni dialectos o idiolectos más complejos o más simples. Algunos rastrean ese momento crucial hasta el discurso del Barón de Humboldt ante la Academia de Berlín en 1820, pero la idea habría de esperar un siglo para adquirir su forma actual:
Cuando se trata de la forma lingüística, Platón camina junto con el porquero macedónico; Confucio, con los salvajes cazadores de cabezas de Assam.
Edward Sapir. Language: An Introduction to the Study of Speech. (1921: capítulo X)

De esta manera, etiquetas como superior, inferior, correcto, incorrecto, cuando se aplican a las expresiones lingüísticas, no expresan sino una valoración enteramente arbitraria y sin justificación posible. En el mejor de los casos, lo único que están diciendo es que la forma de hablar de los otros es diferente. Bajo este supuesto, todo acto de habla, en condiciones normales, es un acto inteligible, fruto de una racionalidad, de un sistema perfecto que el lingüista tiene por tarea descubrir. Siempre debería ser posible explicar y justificar racionalmente las elecciones que hacen las personas al hablar.

Como es bien conocido, los hablantes hacen todo lo posible por retar tal concepción del lenguaje, pues sus enunciados son con mucha frecuencia reacios a cualquier sistematización---aunque, dicha sea la verdad, lo único que retan es nuestra concepción de su sistema, lo que creemos saber sobre las reglas que emplean.

Un amigo me llama la atención sobre esta notable oración:
Cada persona tiene todo el derecho de tener una posición o de discrepar con ella. Pero los periodistas, además de ese derecho, tienen un importante deber, que es su compromiso con la verdad y con la veracidad de los datos empleados.
José Alejandro Godoy Desde el tercer piso. 4 de febrero del 2008
Me pregunto qué puede querer decir. En particular, a qué se refiere el pronombre ella. Supongamos que se refiere a la frase previa, una posición, es decir, a la posición que tiene cada persona. Entonces la oración entera querría decir que las personas tienen derecho a contradecirse a sí mismas---la única manera de discrepar con la propia posición es contradecirse. No es esto, sin embargo, lo que el texto sugiere: más bien la idea parece ser que cada uno tiene derecho a su opinión y punto. Otra posibilidad es que se refiera a una posición no mencionada en el texto; es decir, no a una opinión imaginaria que alguna persona podría tener, sino a una posición en concreto que alguien tiene. En este caso la oración sería equivalente a esta otra: Cada persona tiene todo el derecho de tener una posición o de discrepar con la posición de X (o, alternativamente, de discrepar con X, haciendo que ella se refiera a una persona en particular, digamos, a Susana). Por supuesto, esto sería bastante curioso porque esa oración empieza el texto, y en consecuencia no se ha mencionado antes a nadie.

Quizá el redactor ha querido decir lo siguiente: que cada persona tiene derecho a tener una posición y a cambiarla las veces que quiera. Aquí ya no hay derecho a la contradicción, pues ahora uno discrepa con un yo anterior, en otro momento. Si así fuera el caso, la pregunta sigue siendo a qué se refiere ella. Para que se siga refiriendo a una posición (lo que parece la opción más sensata), discrepar no puede ya tener el significado que tiene en el español estándar. El verbo discrepar presupone una posición concreta. Cuando, en el español estándar, uno dice Discrepo con una posición, no se refiere a cualquier posición en general, sino que tiene en mente una en particular---por razones obvias: uno no puede discrepar con algo que no conoce. Si interpretamos discrepar de esta manera en la oración bajo comentario, incurrimos en los problemas ya mencionados. Pero si por discrepar entendemos algo así como cambiar (de opinión), la oración tiene más sentido. Por supuesto, esta parece una solución ad hoc, a la medida de esta expresión.

Alguno podría objetar que la oración simplemente no tiene sentido. Pero eso viola una premisa central de la lingüística moderna: que los actos de habla siempre siguen reglas precisas (incluso si estas son variadas y variables). Ante oraciones como esa, sin embargo, solo nos queda dar un paso atrás y decir que no sabemos simplemente lo que pasa. No muestran las limitaciones de la lengua (al contrario, exhiben sus posibilidades), sino que revelan las limitaciones de nuestras herramientas para entenderla.

[Actualización]

Un comentarista me deja otra posible interpretación de la oración: Toda persona tiene derecho a estar de acuerdo o no con una posición dada, afirmando que es "claramente inteligible". Discrepo con la idea de que esa interpretación sea clara, pero me interesa mucho que para alguien lo sea. Para que el sentido sugerido sea posible, es necesario que ocurra lo siguiente en la oración original (que, recordemos, era Cada persona tiene todo el derecho de tener una posición o de discrepar con ella): (i) la frase una posición debe tener una lectura existencial (dada), no simplemente una lectura ligada a cada persona, (ii) Cada debe leerse como toda (es decir, debe tener un sentido genérico, menos individual) y (iii) tener una posición y discrepar deben interpretarse como antónimos que pueden compartir el mismo objeto lógico. Algo como lo siguiente: Dada una posición, cada persona puede tenerla o discrepar con ella.

Me parece estupendo que alguien tenga esa interpretación, tan alejada de las posibilidades del español estándar---y que para mi dialecto, ciertamente, es imposible. Silvia Senz, en otro comentario, sugiere que debemos confirmar si se trata de algo sistemático o no, antes de alegrarnos demasiado, con lo cual,
por supuesto, estoy de acuerdo en principio---ver mis comentarios, sin embargo.

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Comments:
Este es un buen ejemplo de falta de competencia escrita. En el escrito, la única oportunidad de desambiguar es utilizar mecanismos muy afinados de relación y progresión, y usos muy precisos y convencionales. Hablando nos entendemos mucho mejor. Podemos no deslumbrar con nuestra oratoria, pero quien más quien menos se explica.
 
Quise decir con mi comentario anterior que discrepo de tu afirmación, Miguel. Para considerar este caso como una realización posible del habla, y plantearse su estudio, debería ser sistemático, darse con una cierta frecuencia en un mismo registro y nivel de lenguaje.
No creo que lo sea. Sencillamente es un discurso escrito no trabajado, por falta de dominio del código escrito o por dejadez. La prueba es su ineficacia. Si respondiera a un mecanismo que no sabemos explicar, entenderíamos el mensaje. Y no es así.
 
Pues yo me permito discrepar de la posición de Silvia. La frase es bastante claramente inteligible, o al menos no menos que tantas otras producciones lingüísticas imposibles de desambiguar en ausencia de contexto. La aparente anomalía es invisible hasta que se comienza a medirla con el rasero de la gramática de manual.

Por lo que a mí respecta, el sentido de la frase equivale a "toda persona tiene derecho a estar de acuerdo o no con una posición dada". Es decir: "o de discrepar con ella" no añade nada en sentido veritativo-funcional a lo precedente, pero enfatiza connotativamente la posibilidad de disenso que la primera parte de la coordinación deja sólo implícita. Es este carácter semánticamente marginal lo que hace posible que la frase sea inteligible aún en presencia de ambigüedad formal.

Miguel, ¿sería posible consultar al emisor acerca de su intención como hablante?
 
La frase no es inteligible si presenta tantas posibilidades de interpretación, y las presenta simplemente contrastando lo que cada cual entiende (Miguel ha condensado varias posibilidades de interpretación).
Y es precisamente la ausencia de contexto que se da a menudo en el escrito la que obliga a desambiguar utilizando los mecanismos que el medio escrito ha desarrollado. Hablando disponemos, por ejemplo, del feedback inmediato con el interlocutor para darnos cuenta de los problemas de interpretación que tiene nuestro mensaje y reformularlo sobre la marcha si es necesario. En lo escrito, no. De forma que hay que ser mucho más convencionales, por exigencia del medio. O eso, o desarrollar telepatía.
Llevo veinte años corrigiendo y editando textos muy diversos. No podéis imaginar en cuantísimas ocasiones la ambigüedad y el uso de esquemas y recursos poco convencionales llevaban a la incomunicación. Aplicando a esos muchos casos la prueba que Anonymous sugiere (consultar a emisor y receptores sobre lo que uno ha querido decir y lo que otros han interpretado), siempre se concluía que o se usaba un código común muy pactado entre las partes y se ponía énfasis en la desambiguación, o no había entendimiento. Evidentemente, ese código común no es uno solo y va más allá de lo que marca el estándar normativo.
 
Me parece muy interesante la lectura que propone el anónimo. De acuerdo con eso, la oración significa algo así como "Dada una posición, una persona puede tenerla o discrepar con ella". Yo no puedo obtener tal interpretación de la oración original ("Cada persona tiene todo el derecho de tener una posición o de discrepar con ella").

Estoy de acuerdo con Silvia en el sentido de que la sistematicidad, la frecuencia, nos autorizan a reconocer y estudiar un fenómeno. Pero no estoy de acuerdo en que sea el único criterio. Es verdad que los hablantes manejan varios códigos y que el código escrito tiene la inmensa desventaja de que el contexto no puede reconstruirse con la misma facilidad, lo que obliga al escritor a incluir las claves necesarias en su texto. Es cierto que esa tensión explica la falta de eficacia de los textos.

No es lo mismo, sin embargo, "eficacia comunicativa" que "posibilidad semántica". Ni tampoco es lo mismo "frecuencia" que "posibilidad cognitiva". Es posible plantearse el estudio de todo aquello que es posible, no solamente de aquello que ocurre con frecuencia. Son dos perspectiva de trabajo diferentes, claro, pero no tendríamos por qué rechazar ninguna a priori.
 
Saludos

Interesante. Cuando la leí entendí una reafirmación de la primera parte de la frase, esto es, "cada persona tiene derecho a mantener una posición y a discrepar con el resto", siendo el "con ella" más un error al "corregir al vuelo" lo escrito que otra cosa (tal vez el párrafo, en su primer borrador, tenía otra redacción o qué sé yo), sobre todo teniendo en cuenta todo el texto posterior de la nota.

Hasta Luego ;)

PD: Quién mejor nos puede decir qué dice la frase (o qué se pretendió decir) es el propio JAG :D.
PD2: Da algo de "miedo" comentar acá a sabiendas de que cualquier error de redacción u ortográfico -que fijo he cometido- se "verá" rápidamente por los visitantes :S.
 
Lo que dice Anonymous sobre lo obvio del mensaje lo comparto. Yo también entiendo el mensaje y leyendo rápido no me hubiera confundido. Sin embargo, lo que dice Miguel es cierto, que dado un texto X, si uno quisiera entender muy bien lo que se dice podrían darse muchas confusiones (por ejemplo en textos filosóficos que muchas veces buscan romper con el pensamiento común)

Tal vez la reorganización y sustitución de palabras que uno realiza en su cabeza se debe más a que tenemos un cuadro estadístico de las frases y su frecuencia de uso, y por descarte elegimos una de ellas. Pienso que no es un trabajo tedioso en la mayoría de los casos como para hacerle daño a nadie.

A diferencia de la Sra, no creo que la frase se deba a la dejadez, ni siquiera a una equivocación. Debe ser una variedad lingüística con la que no estoy familiarizada, pero que al fin y al cabo se hace entender.
 
Informando

1er Coloquio regional de estudiantes de letras

Monterrey, Nuevo León, México

http://comoloboestepario.blogspot.com/
 
Miguel: entiendo que defiendas la perspectiva de estudio que planteabas, si se aplica a idiolectos.
Por lo demás, la prueba de que ese texto no se hace entender es que cada cual ha inferido de él interpretaciones distintas, a veces coincidentes a veces no. Sin saber exactamente en qué condiciones se produce, no podemos saber a ciencia cierta si ese texto es o no comunicativo. Sabiendo sólo que es un texto escrito, lo único que cabe afirmar es que no es eficaz, porque de él se han derivado interpretaciones muy distintas.
 
Hola

Aprovecho la ocasión para contaros que el día 14 de febrero (o con un poco de suerte ya mismo) estará en las librerías el nuevo libro de Lucía Etxebarría, "Lo que los hombres no saben".

Se trata de una antología de cuentos eróticos que han sido escritos por mujeres.

Os animo a leer el libro, realmente interesante y que abrirá las mentes a muchos y muchas. Para muestra, un extracto en http://algo-nuevo.blogspot.com/2008/02/lo-que-los-hombre-no-saben.html
 
paja que siga creciendo, pero

" La decisión de cuáles de los cuentos recibidos serán publicados en Quipu será tomada por un grupo de evaluadores, de preferencia elegidos entre los administradores de los blogs participantes."

sin embargo la dirección/filtro es tu correo electrónico, gustavo
gfaveron@gmail.com

en aras de la transparencia, ¿no sería mejor que se creara una cuenta de correo independiente accesible por el jurado? así no cabría ninguna sospecha de que tú, administrador del correo buzón, filtras algún trabajo incómodo o a alguno de tus múltiples seres odiados.

feliz día de la amistad.
 
Hola Miguel,

No pude dejar de pensar en el Principio de No Contradicción expuesto por Aristóteles en la Metafísica, libro IV:
“uno no puede decir de que algo es y no es al mismo tiempo y respecto al mismo tema"
Saludos
Renzo
 
Yo soy estudiante francesa de español, preparando un master en linguistica, pero quiza mi comentario les aparezca totalmente estupido o mi reflexion equivocada...
Cuando lei la frase por primera vez, algo me parecia efectivamente raro. La primera cosa; "con ella" que no podemos entender con certidumbre. Sin emba rgo, entendí la frase como muchos otros; toda persona puede tener su propia opinión en cuanto a algo ya enunciado, es decir estar de acuerdo o no... En realidad se puede preguntar si el locutor de esta frase hubiera podido para decir lo mismo, utilizar "con esa". O también, si hubiera podido decir : cada persona tiene todo el derecho de tener un parecer o de discrepar con ello?... En este caso, el problema no se plantea.
Entonces, lo primero que pone de realce esta frase es aparentemente la doble capacidad referencial de "ella" que no solo puede aludir a un ser animado.
Ademas, no me parece que es el unico punto que merece un debate. Yo, justamente con mi master, me intereso mucho por la diferencia entre "cada" y "todo/a"... Quizas se pueda encontrar también una pista para justificar la dificultad de comprension con la utilizacion de este "cada". La verdad es que no tengo explicacion pero que me parece muy interesante preguntarse si este "cada" puede tener una capacidad referencial plural, que aparece sin marca, claro. No sé si hay algo que encontrar por alli...
gracias por haber leido mis balbuceos...
 
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