Wednesday, March 07, 2007
Lenguaje, ortografía, desorden mental e IQ
Una me la envía, Silvia Senz, co-autora del estupendo blog sobre lengua y edición Addenda & Corrigenda, quien atribuye la información a Marta Garriga. Comenta un increíble párrafo en un reciente libro del profesor Leonardo Gómez Torrego. La reproduzco parcialmente aquí.
Al hilo de algunos de tus posts sobre ciertos prejuicios muy enraizados en la mentalidad de algunos hablantes (demasiados: prejuicios y hablantes con prejuicios), que relacionan usos "desviados" de la norma académica con "deficiencias" de algún tipo, te mando este párrafo verdaderamente imperdible de la última obra de Leonardo Gómez Torrego:
Necesidad de combatir las faltas de ortografía
Las faltas de ortografía que se repiten con insistencia afean y desprestigian cualquier trabajo escrito, y suelen ser un síntoma claro de algún tipo de indisciplina o desorden mental. Por el contrario, un texto sin faltas de ortografía y bien redactado presenta connotaciones de elegancia y de rigor mentales. No hay que hacer caso a quienes defienden actitudes de rechazo a toda norma ortográfica en favor de una mal entendida libertad expresiva. La ligereza y la desidia en cuestiones ortográficas suelen desembocar en desorden.
Leonardo Gómez Torrego. Hablar y escribir correctamente. Gramática normativa del español actual (Madrid, Arco/libros, 2006, tomo I, pág. 123)
Te comento que este parrafo encabeza la parte de la obra que habla de ortografía y en ningún lugar, ni antes ni después, se precisa qué significa eso de "indisciplina y desorden mental". Tampoco se explica en ningún lugar de esta reciente obra las razones que pueden aconsejar un esfuerzo por aprender y aplicar la técnica ortográfica. Suponiendo que ese "desorden" no se trate de un anglicismo por "trastorno" y no se refiera, pues, a una afasia o un problema de dislexia, entonces debe de referirse a algún "problema" en la adquisición de hábitos y rutinas, que haya generado una conducta indolente, o bien a un rasgo de carácter (la manera de ser caótica de la gente muy creativa y expansiva, por ejemplo) que se considera reprobable.
Silvia Senz
http://www.rediris.es/list/info/infoeditexto.es.html
http://addendaetcorrigenda.blogia.com/
La segunda nota es un post de mi amigo Gustavo Faverón en Puente Aéreo. Los invito a leerlo completo aquí. Se trata de un viejo fraude sobre el presunto IQ del presidente nortemericano George W. Bush, que todavía engaña a los incautos. Un falso Instituto Lovenstein supuestamente concluyó que Bush tenía el IQ más bajo entre los Presidentes norteamericanos, sobre la base de sus discursos y la variedad de su vocabulario. Como señala Gustavo, eso no solamente comporta un garrafal error metodológico (los datos recogidos no son comparables), sino que la entera idea implica que existe una relación entre la inteligencia de los individuos y sus habilidades verbales. Como han demostrado repetidamente los especialistas, eso es clamorosamente falso; por ejemplo, el Síndrome de Williams es una forma de retraso mental, las personas que lo sufren exhiben severas limitaciones cognitivas, pero al mismo tiempo son capaces de emplear estupendamente sus habilidades expresivas. Por otra parte, la concepción del IQ como unidad de medida del valor de las personas es por completo repudiable y científicamente cuestionable; al respecto puede leerse The Mismeasure of Man, el estupendo trabajo de Stephen Jay Gould, uno de los científicos evolutivos más importantes del siglo XX---el libro ha sido traducido al español como La falsa medida del hombre.
No es difícil imaginar que quienes han inventado ese estudio son enemigos políticos del Presidente norteamericano. Pero no se trata aquí de defender a Bush o a sus políticas. Usar y reusar ese falso argumento contribuye a cimentar un prejuicio bastante dañino: que existen formas de hablar superiores e inferiores y que, por lo tanto, podemos clasificar a la gente por la manera como habla---en el ámbito peruano, tonterías semejantes se han dicho con respecto a Fujimori, por ejemplo. La absurda idea de que cualquier desajuste de la norma "culta", un error ortográfico o una innovación gramatical, sean de alguna manera una forma de desorden mental, una limitación de la inteligencia, debería horrorizar a cualquiera que valore suficientemente el ejercicio de la libertad y que persiga cualquier ideal razonable de igualdad y fraternidad. Pero incluso si ese no fuera el caso, una persona medianamente informada ("culta", digamos) debería saber que tales afirmaciones carecen por completo de sustento científico.
Labels: discurso prescriptivo, eufemismos, ortografía
che, que blog interesante, en serio, seguiré pasando. te aviso que soy argentino (el "che" del principio no fue inocentemente puesto, ja!). ultimamente estuve buscando en wikipedia el uso del voseo y descubrí que está más extendido de lo que creía, ya que en la película "la virgen de los sicarios" (de colombia) hablan todo el tiempo de vos.
sería muy interesante si trataras ese tema.
un saludo.
«La ortografía no es sólo un cúmulo de reglas y normas. Como ya dijo hace mucho tiempo don Fernando Lázaro Carreter: "La ortografía tiene sentido en sí misma, pues la corrección en la escritura es expresión de un pensamiento también correcto y preciso. La exactitud gráfica no es una convención como las demás. Uno es dueño de vestir o peinarse como quiera, de adoptar tales o cuales costumbres individuales, pero el idioma es una propiedad común, que ni siquiera es exclusiva de los españoles. La inalterabilidad, en todos sus aspectos, de este instrumento de expresión y de conocimiento que es el idioma, se nos impone a todos como una responsabilidad que no puede rehuirse. Pero hay otra razón más: la observancia de la ortografía es un síntoma de pulcritud mental, de hábito intelectual de exactitud".»
Citado por Óscar Díaz de Liaño, en su página sobre lenguaje y medios de comunicación El Imperdible, http://www.elimperdible.com/Ortografia/ortografiaportada.html
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