Sunday, December 03, 2006

 

Un salto cultural

A comienzos de los noventa, las autoridades comerciales de la Unión Europea, presionadas por los fabricantes, decidieron aprobar en toda la extensión de su territorio (que incluye, por supuesto, a España) la venta de tableros de computadora sin la letra ñ. De inmediato, la Real Academia, los intelectuales, los escritores, los políticos, casi todos los hablantes de habla hispana protestaron con horror. Hubo todo tipo de quejas, unas parcas y otras grandilocuentes---María Elena Walsch, compositora y poeta argentina, llegó a preguntarse en un pequeño texto: ¿quieren decirme qué haremos con nuestros sueños? Fue para todos evidente que la inocente ñ era el símbolo mismo de la hispanidad. Incluso Gabriel García Márquez, quien años después pediría jubilar la ortografía, se unió a las protestas:

Los autores de semejante abuso y de tamaña arrogancia deberían saber que la eñe no es una antigualla arqueológica, sino todo lo contrario: un salto cultural de una lengua romance que dejó atrás a las otras al expresar con una sola letra un sonido que en otras lenguas sigue expresándose con dos.
Gabriel García Márquez ~ Univisión
Como no podía ser de otra manera, el Parlamento español aprobó muy rápido las medidas necesarias para prohibir los tableros que no ostentaran orgullosamente nuestra españolísima ñ; y hoy los ciudadanos españoles disfrutan de la conveniencia de tener a la mano esa letra en una sola tecla, sin necesidad de memorizar sus alternativas (por ejemplo, [ALT+164] en los tableros para Windows).

¿Es la ñ un salto cultural? Sí claro, y en un sentido muy peculiar. Es una abreviatura. Aunque el sonido palatal que representa (con el centro de la lengua presionando el paladar mientras el aire sale por la nariz) está presente en muchas otras lenguas, en la mayoría de los otros sistemas de escritura ese sonido se representa con dos letras (gn en francés e italiano, nh en portugués, ny en catalán, etc)---una excepción es el polaco, donde se usa la grafía ń. No siempre fue así, sin embargo. Las representaciones tempranas usaban, entre otras variantes, dos letras n repetidas: nn. En algún momento, algún ahorrativo copista tuvo la brillante idea de poner una sobre otra dos enes; con el tiempo la n de arriba se fue haciendo más y más chiquita, hasta convertirse en un breve y ondulado trazo: había nacido la ñ---imaginamos que, desde el momento inicial de la innovación, no faltarían otros copistas que añorasen la doble nn, que se quejaran porque esa nueva ñ estaba destruyendo el idioma y otras cosas similares.

Nótese que la ñ no sugió bajo el decreto de una instancia normativa, sino bajo los condicionamientos que el medio particular de uso imponía a sus usuarios--- por ejemplo, ocupaba menos espacio que nn, lo cual es relevante si tenemos en cuenta que el material para elaborar manuscritos era carísimo (es más, los manuscritos abundan en abreviaturas).

De la misma manera, el llamado lenguaje sms, el conjunto de abreviaturas y desviaciones de la norma que los usuarios de celulares y chats (la mayoría jóvenes y adolescentes) inventan para comunicarse, debe someterse también a las limitaciones que estos medios imponen. Es absurdo, como hacen algunos, decir que se trata de un movimiento destinado a destruir el idioma o que refleja ignorancia o descuido por parte de esas personas.

De hecho, el lenguaje sms es suficientemente regular como para generar sus propias instancias normativas, pues se pueden elaborar incluso diccionarios; quizá algún García Márquez del futuro lo calificará algún día, con toda justicia, como un salto cultural.

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Comments:
Estimado Miguel:

Te añado un poena de José Emilo Pacheco

DEFENSA DE LA «Ñ»

Este animal que gruñe con eñe de uña
es por completo intraducible.
Perdería la ferocidad de su voz
y la elocuencia de sus garras
en cualquier lengua extranjera.


Saludos,

Un lector de paso
 
Brillante nota. Felicidades.
 
Estaba buscando información sobre los antecedentes de esta lucha por la Ñ en el mundo hispanoparlante y me encontré con dos de sus textos.
Miguel Rodríguez Mondoñedo y el Salto Cultural en una Peña que no se confunde con ninguna pena :D
Gracias por los artículos y los enlaces!

Saludos de una antigua alumna.
 
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